Estos días están aflorando los berlusconianos que andaban más o menos agazapados. Así, ya no sólo el despliegue de la cobertura informativa de la muerte de Berlusconi en ‘El Mundo’ ha llamado la atención. Eso, como dicen por Unidad Editorial, va de suyo entre empresarios italianos. Más llamativa ha sido la reaparición de su antiguo empleado Paolo Vasile en las páginas digitales de ‘El Español’ de Pedrojota y Cruz, Cruz. O la de Alejandro Agag, pasado del gabinete de su yerno José María Aznar a los negocios de la tribu italiana de las carreras automovilísticas, en el ‘OKDiario’ de Eduardo Inda. Algo no se les negará: de bien nacidos es ser agradecidos.