La plantilla de antiguos trabajadores de Intereconomía sigue alucinando con que Julio Ariza, etiquetado justamente como el que ni paga ni indemniza, fuese premiado por una liga pro-derechos humanos por “dar voz” a los que no la tienen. Y es que el galardón al capo de El Toro TV es de guasa si no fuera por el sufrimiento que causó a cientos de empleados. “¿Acaso no saben que un derecho fundamental es el trabajo en condiciones justas y favorables?”, se han preguntado gentes que conocieron aquella empresa. Mientras, el Papa Clemente de ese Palmar de Troya mediático sigue pontificando, amparado no se sabe bien por qué ni por quién y presumiendo de haber sido el descubridor de Santiago Abascal.